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Educando en el asombro

Actualizado: 13 jul 2022

Artículo inspirado en el libro con el mismo título de Catherine L´Ecuyer Doctora en Educación y Psicología. Donde recuerda tanto a padres como a toda la comunidad educativa y sociedad los errores que estamos cometiendo respecto a determinados valores y estilos de vida excesivamente consumistas y materialistas.





En un canal de podcast sobre educación escuché la presentación de esta maravillosa profesional de la psicología y con curiosidad la escuché, su manera de ver la educación, lo que desde su punto de vista era importante en diversos temas de esta índole, sus valores, y sistema de creencias.


Así que miré qué había escrito y el libro más importante era este “Educando en el asombro”, vi que la temática estaba de actualidad. Me fascinó desde el principio y me lo bebí rápidamente ya que su aportación a cualquier persona que se dedique a la educación o le interese es inmensa. Resumía gran parte de la visión que yo tengo de cómo hay que educar o qué cosas son importantes a tener en cuenta, me identifiqué con ella en un ciento por cien.


Voy a explicar los tres puntos más importantes que destaca esta autora para reflexionar y tomar conciencia de qué hay que mejorar si queremos una generación de jóvenes bien formados y educados tanto por dentro como por fuera, en sus formas y contenidos, de una forma libre, inocente, curiosa, espontánea y natural a su desarrollo madurativo.

Partamos de algunas definiciones previas

Definición de asombro: impresión en el ánimo que alguien o algo causa a una persona, especialmente por una cualidad extraordinaria o por ser inesperado.


El asombro como emoción: "El asombro es una emoción positiva desencadenada por la conciencia de algo mucho más grande que el yo, y que no es inmediatamente comprensible, como la naturaleza, el arte, la música, o el estar atrapado en un acto colectivo como una ceremonia, un concierto o una manifestación". Dacher Keltner.


Desde mi punto de vista los tres puntos importantes para reflexionar son:


Adelantar Etapas


Los padres de la era de la tecnología deberíamos aprender los tiempos para el desarrollo neuronal del cerebro de nuestros hijos, por ejemplo la adquisición del habla, el orden natural es, primero el balbuceo, después movimientos corporales y monosílabos, después palabras y después frases. La interacción con sus cuidadores es el mejor y más natural sistema, por eso erramos tanto cuando pretendemos que hablen más, mejor y más rápido antes de su tiempo correspondiente a través de videos, música, dibujos, movimientos, etc. No van a ser mejores.


Lo que suele suceder es que se genera mucha frustración cuando vemos que no se cumplen nuestras expectativas. Dejar que exploren su entorno y experimenten, jueguen, toquen, siempre es mejor opción.


Mi hijo tardó en hablar y como no se desarrollaba dentro de unas edades y unas medias y estadísticas encasilladas, todo su entorno de inmediato se puso en alarma. Médica, maestra, familia, etc, Lo comparaban con sus primos, sus iguales y como no hacía lo mismo fue todo un drama. Yo después de muchos avatares de pruebas y diagnósticos vi a mi hijo que no tenía nada de menos ni de más, solo iba a otro ritmo y tenía unas necesidades específicas, al fin y al cabo ¿no somos todos diferentes?, ¿no tiene cada niño unas necesidades concretas?.

Otro ejemplo es la accesibilidad a tanta información para nuestros adolescentes y tan difícil de controlar. Llevando a mis sobrinos de 11 y 12 años al kárate empezaron a hablar del conflicto bélico entre Rusia, EEUU y Ucrania.¿Es lo más apropiado a esta edad?. O cuando ven programas de televisión donde todo es un drama, y solo hay crítica, envidia, insultos, continuas faltas de respeto, violencia verbal e incluso física, esto no es bueno a ninguna edad pero menos cuando están desarrollando su sistema de valores y creencias en plena adolescencia. A recordar...nos tratarán según les enseñemos.


A mi lo que me ha valido es hacer un uso muy controlado de la televisión, y retrasar lo más posible el móvil, y la tablet para estudiar y buscar información de interés, hay muchas opciones, todo depende a lo que lo acostumbremos, para que los niños crezcan sanos y preparados para la vida.

Sobreestimulación

Vivimos en la era de la información, nos taladran con publicidad excesiva desde todos nuestros dispositivos y redes sociales, todo aderezado por la necesidad imperiosa de sentirse miembro importante de esta sociedad. El capitalismo y consumismo más exacerbado se mete en nuestras vidas a través de ese exceso de estimulación visual que no sólo influye a los adultos sino también está creando una cultura a nuestros adolescentes, un estilo de vida difícil de mantener en el tiempo, UNA FELICIDAD CONSTANTE Y ETERNA, falsa y efímera.


Esto tiene una explicación científica, esos estímulos crean dopamina, la hormona de la felicidad a la cual es muy fácil engancharse, así que desde muy pequeños ya les estamos generando esa dependencia a un estado de placer o felicidad constante al precio que sea necesario. Se acostumbran a una sola emoción, la alegría y sus derivados, y para nuestro desarrollo todas son necesarias. La dificultad radica en cómo les enseñamos a gestinoarlas, sentirlas y adaptarlas. La muerte, la tristeza, el miedo son imprescindibles en nuestras vidas, no las podemos evitar. Para ellos es más fácil buscar ese placer de forma artificial, aunque sea dañino a largo plazo.


Hace unos meses comí con mi familia en una terraza y había una mesa muy larga al lado, como para 15 personas, cuando llegaron en un lado se sentaron seis o siete niños de unos diez o doce años, todos con sus cascos tipo gamers, una play o nintendo o el aparato que fuera sin hablar entre ellos y mucho menos con la familia estuvieron horas sentados casi sin comer, sin hablar, solo jugando a la maquinita, la familia charlaba, comía y bebía tranquila. No soy adivina pero con esa actitud no puede acabar nada bien..


Como opción alternativa veo siempre mejor controlar el tiempo de juego, buscar espacios de ocio con intereses comunes (cine, deporte, etc.) entre padres e hijos para fomentar la comunicación, y el desarrollo de la convivencia basado en valores de confianza, respeto y entendimiento. Y en el hogar que asuman según sus edades responsabilidades sobre cuestiones domésticas, cuanto antes mejor. Para muestar un botón.


Exceso de gratificación


¿Cuántos regalos le hacemos a nuestros hijos al mes o sin motivo? ¿Cuántos por su cumpleaños? ¿Y por reyes? ¿Y la comunión?. De nuevo entra en juego esa terrible sensación de cuanto más mejor, más regalos, más emociones de euforia, todo lo más para que mi hijo sea feliz, tenga ilusión..... ya están acostumbrados y enganchados a esa estimulación que les provoca esa dopamina que les hace sentir tan bien, ya no se puede parar.


Se suelen regalar solo en los cumpleaños una media de 10 regalos, así matamos el interés y la capacidad de asombro y disfrute de una estacada. No tiene ni tiempo de abrir tantos regalos y de ver qué es cada uno o quien se lo ha regalado. En casa lo guardan junto con las decenas de regalos acumulados de otros cumpleaños, reyes, etc. ¿Qué están aprendiendo nuestros hijos?. El valor de las cosas no desde luego, la gratitud tampoco, ya que se creen con derecho a tenerlo solo por el mero hecho de existir.


A mis adolescentes les cuento la cantidad de regalos que le hemos hecho siempre su padre y yo por reyes o por su cumpleaños, 4 máximo o uno más grande (una vez fue una bici) y siempre algo que fuera a aprovechar o le gustara o apropiado a su edad y siempre uno de ellos es algo educativo, ellos se echan las manos a la cabeza, no lo entienden y dicen que soy mala madre (lo dicen en broma) por no comprarle muchas más cosas. Hemos tenido control absoluto sobre este tema, ahora con doce años solo pide 3 o 4 cosas y en automático sabe que tiene que donar la misma cantidad de juguetes que entran o si alguno hace tiempo que no juega también.


Esto se consigue controlando la cantidad de regalos o premios y sus motivos (gratificación dosificada).


Hay que tener en cuenta en la educación de nuestros hijos diferenciar la motivación interna y la externa. La primera se consigue escuchando y atendiendo necesidades, gustos y talentos de cada niño para que se sientan realizados con los que les apasiona, les llena, no obligando sino orientando y experimentando libremente, ensayo-error. Así ellos mismos se motivan. Eso no quita de manera puntual, controlada, y con coherencia se pueda hacer alguna recompensa externa, de algo material, que sea útil, educativo y provechoso.


Aquí está el enlace del libro.



Aquí dejo un enlace de un experimento sociológico hecho por el hormiguero, tiene muchos y muy buenos aunque recomiendo todos, pongo el enlace de uno que va relacionado con esta temática es muy emotivo y refleja perfectamente la realidad.


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Un espacio educativo donde comparto mi experiencia y conocimientos como madre y educadora a la hora de afrontar diversas dificultades en la comunicación, gestión e identificación de emociones y convivencia con nuestros adolescentes.

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