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Educando con humor


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Estaba deseando escribir este artículo porque es aparte del amor y el respeto la mejor manera de educar. Creo que es muy beneficioso a nivel físico, emocional y espiritual, cambia algo en nosotros cuando nos reímos, decimos tonterías o hacemos el payaso. Volvemos a ser niños, trabajo que a los adultos se nos ha olvidado.


Hay muchas opciones para aprender a tomarse las cosas con humor, creo firmemente que es algo que se aprende, en mi caso fui a clases de clown un año y fue la experiencia más gratificante de mi vida y difícil a la vez porque enfrentas muchos miedos y fantasmas que creías dormidos, fue un trabajo personal muy chulo e intenso.


Y en general es una filosofía de vida que llevo a cabo a diario, y por ello en el trabajo con bastante frecuencia me llaman “loca” o “colgada”, con todo el cariño. Aquí yo siempre parafraseo a Víctor Kuppers, cuando dice que “el estar de buen humor es una opción, es una actitud uno elige estar alegre o no” (al menos que estemos en circunstancias concretas de drama).


Así que yo procuro la mayor cantidad de días posibles, estar de buen humor, reírme, parodiar cosas de la vida diaria, me imito a mí misma, exagero mis expresiones, pongo música alegre y bailo, llevo siempre encima una nariz de payaso que uso con frecuencia y los desmontas, mis niñ@s ya me conocen y ya ni si quieran se avergüenzan de mi (muy típico de los adolescentes), ya saben cómo soy y después me agradecen que sea así porque les ha animado, les ha hecho sonreír y enfocan el día de manera diferente.


También lo utilizo como herramienta para mi día a día, y eso después influye de manera positiva en mi alrededor, cuando estoy muy estresada y agobiada en el trabajo y estoy a punto de explotar, me meto en el baño y me hago una sonrisa exagerada o morisqueta y me río, así cambio la emoción del enfado a la alegría (o más próxima a esta) y continuo con mejor vibración.


Unos de los recuerdos más divertidos en mi trabajo es cuando en una ocasión había una niña bastante triste porque su abuela se estaba muriendo, habíamos estado haciendo algunas cosas de teatro y nos lo habíamos pasado bien, así que se me ocurrió desafiarla con que hiciera una improvisación, sin pensar, comenzó a fingir un parto, un desmayo, las compañeras se unieron cada una improvisando, nos reímos muchísimo, a ella le cambió la energía, pudimos ir a verla antes de que se muriera, y cuando volvimos me agradeció no solo el acompañamiento sino la improvisación, que eso le había ayudado a afrontar lo que sabía tenía que llegar. Bueno me fui muy satisfecha ese día del trabajo, porque le ayudó esa herramienta. Y para mí fue también un gran aprendizaje.



Como siempre me gusta argumentar con datos mi práctica educativa, ahí va un poco de teoría, y después vídeos interesantes sobre la importancia del sentido del humor y el tener una actitud positiva.


“La mente es maravillosa” portal muy bueno de información psicológica y pedagógica.

La risa genera numerosos beneficios físicos, psicológicos y sociales. Por lo que constituye una valiosa herramienta terapéutica, la risa es una reacción natural de nuestro cuerpo a la que con frecuencia no asignamos el valor que merece.


Generalmente dejamos que la vida nos sorprenda con situaciones que nos hagan reír y disfrutar. Pero si fuéramos conscientes de los beneficios, no dudaríamos en buscar activamente formas de aumentar su presencia en nuestro día a día.


Beneficios físicos de la risa:


1. Es un ejercicio muy completo en el que se encuentran involucrados 430 músculos del cuerpo. Muchos de los cuales no utilizamos normalmente. Por eso la risa ayuda a mantenernos en forma.

2. Entre carcajadas entra en nuestros pulmones el doble de aire que la respiración normal.

3. Reduce la percepción del dolor.

4. Disminuye la presión arterial y la tensión muscular.

5. Mejora la regulación intestinal y facilita la digestión.


Beneficios psicológicos:


1. Al reír liberamos una cantidad enorme de endorfinas, sustancia que contribuye en gran medida a nuestra sensación de felicidad. Por eso ayuda a contrarrestar todo estado ansioso o depresivo.

2. Después de una sesión de carcajadas experimentamos una placentera relajación y así alejamos el estrés de nuestras vidas.

3. Beneficia el no tener pensamientos negativos, abrumadores o catastrofistas porque la sensación de reír las interrumpe.

4. Favorece la memoria por la oxigenación del cerebro y potencia el pensamiento creativo.

5. También fortalece nuestros vínculos interpersonales y emocionales.


Muy interesante




Sé que un asesor de imagen o un profesional de marketing y redes sociales me diría que es un error poner esta imagen, pero creo que es importante mostrarme tal como soy, y me encanta mi toque a lo Patch Adams.


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Un espacio educativo donde comparto mi experiencia y conocimientos como madre y educadora a la hora de afrontar diversas dificultades en la comunicación, gestión e identificación de emociones y convivencia con nuestros adolescentes.

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